lunes, octubre 30, 2006

Marcelo Gavirati.
Cómo escribí Buscados en la Patagonia.
Las andanzas de los bandoleros norteamericanos en nuestra Patagonia de principios de siglo fueron recogidas por numerosos relatos de viejos pobladores y reproducidas a través de la tradición oral. Viejas familias patagónicas como los Hammond, los Gibbon, los Freeman, los Pugh, los Hahn, atesoran recuerdos y anécdotas de los mismos a través de relatos retransmitidos por sus mayores. Pero fue sin duda, don Raúl Cea, el mayor cultor de su memoria, a través de los vívidos recuerdos que le transmitiera su padre, don Maunel J. Cea, quien siendo un jovencito de pocos años conociera a los bandidos.
La historia de los bandoleros también nos llegó en forma escrita a través de varios artículos aparecidas en diarios y revistas de la época, no sólo en nuestro país, sino también en los EE.UU. ¿Quién no conoce en Patagonia la saga de Caillet Bois editada en el Número especial Bodas de Plata del periódico Esquel en 1950?
La famosa película realizada por Holywood en 1969, protagonizada por Paul Newman en el papel de Butch Cassidy, Robert Redford en el del Sundance Kid y Katharine Ross en el de la bellí­sima Ethel Place —aunque en la película se la rebautizó como Etta—, catapultó al trío a la fama con un halo de simpa­tía, desenfado y romanticismo.
Pero en la versión cinematográfica de la Fox, cuando Butch, Sundance y Ethel , deciden abandonar los EE.UU. para burlar el cerco tendido por sus perseguidores, se los hace viajar directamente desde Nueva York hasta un ignoto pueblito boliviano, ignorándose por completo su paso por la Patagonia.

En la década del '70, a favor de la fama internacional alcanza­da por el film, algunos artículos periodísticos trataron de echar luz sobre el cono de sombras, y de dudas, en el que Hollywood había sumido al paso de los famosos bandoleros por la Patagonia, basándose en aquellos viejos relatos, los que, con el correr del tiempo y la desaparición de los últimos testigos contemporáneos a los hechos, se iban tornando borrosos y en muchos casos contradicto­rios entre sí. La historia se les deshilachaba entre las manos y era muy difícil armar las piezas del rompecabezas.
Al llegar a Patagonia en 1994, nos interesamos por el tema a raíz de una investiga­ción sobre la obra del explorador, geógrafo e ingeniero galés, LLwyd Ap Iwan, el que fue asesinado el 29 de diciembre de 1909, durante el asalto a la Compañía Mercantil de Arroyo Pescado, cometi­do por los bandoleros norteamericanos William Wilson y Roberto Evans, los que para algunos autores no son otros que Butch Cassidy y Sundance Kid.
Decididos a averiguar si esto era así, nos pusimos en contacto epistolar con Daniel Buck y Anne Meadows, investigadores independientes, residentes en Washington, U. S. A., dos de los mayores especialistas en las andanzas del trío en América del Norte y del Sur, y autores de numerosos artículos sobre el tema.
Ellos nos proporcionaron la pista acerca de la existencia de un expediente sobre Wilson y Evans, el que habían tratado infruc­tuosamente de conseguir. Según me contaron el expediente había sido salvado por el juez federal Godoy de la fogata a la que fueron a parar buena parte de los archi­vos de la justicia federal de Rawson durante la década del 70, por la orden insensata de funcionarios superiores de la dictadura militar que gobernaba al país.
Si bien Godoy lo había salvado de la hoguera, podría decirse que durante los veinticinco años siguientes el valioso expediente había estado técnicamente perdido, pasando peligrosamente de mano en mano, ya que el juez Godoy lo había prestado al Dr. José Romero, un conocido abogado penalista de Trelew, quien a su vez se lo había facilitado a Giuliani, un periodista del diario Jornada, y éste a su vez a otro colega.
Movidos por el deseo de develar el mito, decidimos continuar la búsqueda iniciada por nuestros colegas norteamericanos y después de algunos meses de viajar a Trelew, golpear puertas y efectuar llamados, dimos finalmente con el expe­diente "perdido", al que pudimos tener acceso gracias al mencionado Dr. Romero.
EL EXPEDIENTE
El expediente en cuestión se había originado en el año 1911 a raíz del secuestro del estanciero Lucio Ramos Otero a manos de otros do bandidos norteamericanos que habían actuado en Patagonia: Roberto Evans y William Wilson, acompañados por el argentino Mansel Gibbon.
Al cuerpo principal del expediene se habían agregado otros dos expedientes: el originado por la muerte de Wilson y Evans y el iniciado por la querella presentada por Ramos Otero. El conjunto había llegado a contar más de quinientas cuarenta fojas, las que leímos con la avidez que producía nuestra curiosidad y la inquietud de estar frente a una fuente que podía resolver el misterio de estos enigmáticos personajes.Para nuestra suerte, al avanzar la lectura descubrimos que los sumariantes de la Policía Fronteriza habían ampliado la pesquisa acerca del accionar delictivo de Wilson y Evans en 1911 y retrotraido la investigación hasta la llegada al país de Butch, Sundance y Ethel en 1901.
Ante nuestros incrédulos ojos fueron apareciendo testimonios sobre Butch Cassidy y el Sundance Kid, hasta encontrarnos, para nuestro asombro, con algunas cartas escritas y firmadas de puño y letra por el primero de éstos.También pudimos comprobar que el grueso de la valiosa información, fundamental a la hora de recrear este capítulo de la historia de la Patagonia, permanecía inédita, como si hubiese pasado inadvertida para sus circunstanciales poseedores, durante los veinticinco años en que el expediente estuvo "perdido".
Hicimos una copia del mismo y se lo envíamos a Dan y Anne en Washington, los que no salían de su sorpresa al recibir el voluminoso envío, parte del torrente de información que corrió desde entonces entre Washington y Purto Madryn.
Durante los años que siguieron al hallazgo del expediente, fuimos incorporando otros documentos, muy importantes también. En el IAC (Instituto Autárquico de Colonización y Fomento Rural de la Provincia del Chubut) hallamos los pedidos originales de tierra; en el Archivo General de la Nación, encontramos el expediente sobre la exoneración del Comisario Eduardo Humphreys, acusado de haberle facilitado la huida a Butch Cassidy y el Sundance Kid; en el Archivo de la Provincia del Chubut pedidos de marca de ganado firmados por el Sundance Kid; en el del Museo de la Policía del Chubut libros de partes diarios; en los archivos de la Compañía de Tierras Sud Argentino varios libros y correspondencia comercial en la que aparecían sus relaciones con la citada compañía.
La investigación fue completada con diarios y revistas de la época, relatos transmitidos en forma oral que recogimos en entrevistas realizadas a descendientes de protagonistas o testigos directos de la historia y la visita de cada uno de los sitios en los que estuvieron los bandidos.
Movidos por la curiosidad y la necesidad de compartir información organizamos en 1997, 1999 y 2005 los Simposios sobre Bandoleros Norteamericancos en la Patagonia, en Esquel, Trevelin y Buenos Aires, respectivamente. http://webs.advance.com.ar/gavirati/3er_Simposio.htmEn ellos participaron, Daniel Buck y Anne Meadows de Washington, Raúl Cea de Cholila, Ricardo Vallmitjana de Bariloche, Héctor Garzonio de Esquel, Osvaldo Topcic de Río Gallegos, Danka Ivanoff Wellmann de Chile Chico y Clemente Dumrauf de Trelew.
Con muchos de ellos hemos trabado amistad y continúa fluyendo información por nuestro continuo interés en resolver los entretelones de esta leyenda. Es por ello que iniciamos este blog para poder conectarnos más fluidamente y dar lugar a su vez a otros interesados en la historia de las bandoleros norteamericanos en la Patagonia de comienzos del siglo XX.
Marcelo Gavirati
autor de Buscados en la Patagonia
http://webs.advance.com.ar/gavirati/Buscados_Patagonia.htm

4 comentarios:

Diana Visintini dijo...

Impecable Gavirati,
debemos buscar la forma de elaborar un guión fílmico con este
argumento y hacer que esta película sea o contenga un mensaje de conservación, de alerta al mundo sobre los valores de la Naturaleza..., y de esta mítica PATAGONIA
El trío - y sostengo que eran
"un trío en todo"...! es un ícono en la Patagonia, como lo es Facón Grande en el Sur, y más reciente y con otro tipo de "glamour",la
visita de Lady Di a este lugar...

Unknown dijo...

Hola, tengo 4 hectareas a mil metros de la cabaña de Butch, si saben de alguien que quiera comprar por la zona, me hacen saber.Gracias, muy bueno el Blog.

atlanticosud dijo...

si...je je ya las vendiste!?

Danka Ivanoff dijo...

Hola Marcelo:Estoy en Valdivia y ¡que ganasde tener tiempo y dinero para investigar por estos lados nuestro tema favorito. Siempre pienso que Butch y Sundance debieron estar por estos lados luego de huir de Cholila. Creo que muy pronto tendremos en nuestras manos el ejemplar digitalizado de la revista Sucesos y apenas me llegue te aviso. Excelente tu blog. Un abrazo.